Si estás pensando en comprarte una moto de segunda mano, es fundamental que antes de llegar a un acuerdo y de formalizar la compra revises previamente, y con detenimiento, el estado de la moto. En este artículo te vamos a compartir los detalles más importantes para que no te pasen desapercibidos y puedas asegurarte una buena adquisición.
3 consejos básicos antes de empezar a buscar tu moto
La primera recomendación que vamos a hacerte es que, antes de que empieces a mirar motos y a ilusionarte con las bellezas de dos ruedas que hay en el mercado de ocasión, hagas un presupuesto de cuánto dinero puedes destinar a la compra de este vehículo. Una vez que tengas claro cuánto dinero real puedes gastarte, es el momento de que te pares a pensar qué tipo de vehículo necesitas y con qué finalidad lo vas a usar, de esta manera vas a tener un filtro previo que te va a ayudar a encontrar con más rapidez tu moto.
La segunda recomendación es que no compres la primera moto que te guste. Sabemos que es difícil, que a veces las ganas y la ilusión desbanca todo lo demás pero no te quedes con la primera. No se trata de que no sea válida, si no de que mires más motos para que puedas comparar los precios, el estado de las mismas y así elegir con cabeza.
La tercera recomendación, y no menos importante, es que si tienes claro qué tipo de moto te gusta, habla con alguien que conozcas que tenga una parecida para que te pueda indicar en qué tienes que fijarte a la hora de revisarla porque, sí o sí, hay que revisar una moto de segunda mano antes de comprarla. Si no conoces a nadie, opta por preguntar en un taller o llevarles a ellos la moto para que puedan revisarla y te den su valoración.
¿En qué tienes que fijarte antes de comprar una moto usada?
En una moto, al igual que en un coche de segunda mano, hay muchos detalles que pueden pasar desapercibidos en una revisión informal del vehículo para adquirirlo. Por ejemplo, siempre se recomienda que antes de comprar una moto hay que circular con ella, lo que te va a permitir ver cómo te sientes manejándola, si está equilibrada, etc.
Otros elementos a comprobar son:
- Observa el estado de los neumáticos y el nivel de desgaste. Si no se encuentran en buenas condiciones, el precio es negociable, salvo que ya sea una ganga.
- Comprime y suelta varias veces las suspensiones para ver en qué estado se encuentran. Haz lo mismo con los frenos y el embargue.
- Comprueba en todos los aspectos de la moto si hay golpes, rozaduras, si las partes que deberían estar lisas lo están o no. Todos estos datos te van a ayudar a intuir -o saber- como se encuentra la moto.
- Observa si hay corrosión o si hay zonas oxidadas, lo cual te va a hablar del nivel de cuidado y mantenimiento que ha recibido esta moto por parte de su propietario.
- Antes de comprarla, solicita un Informe del Estado del Vehículo a la Dirección General de Tráfico para comprobar que no se trata de un vehículo robado, que está libre de multas pendientes. También pueden darte información sobre los problemas que haya habido en las diferentes inspecciones del vehículo (ITV) y si ha tenido muchos propietarios.